02/03/2016
Que los espacios comerciales dejaron de ser única y exclusivamente lugares de novedades en moda, belleza, complementos y comida, es una realidad desde antes de que el marketing fuese bautizado con ese nombre. Le Bon Marché, los grandes almacenes parisinos abiertos en 1852, en ese sentido, han sabido cómo deleitar a un público ávido de la mejor selección de productos de moda, pero siempre salpicado de reclamos adicionales que durante todos los tiempos nos han seducido.
Esta temporada no iba a ser menos. Si la exposición con Louis Vuitton sobre los iconos reinterpretados nos gustó o la retrospectiva de Proenza Schouler fue toda una lección para enamorarnos de la marca, este año quisimos dejarnos impresionar por…
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