14/11/2016
Ni tratado de París, ni ferias de la sostenibilidad, ni teorías de que el cambio climático es una falacia… la realidad, pura y dura, es que el planeta ha entrado en un declive y si no actuamos de manera general, consensuada, cambiando nuestros hábitos, modos de consumo y comodidades viviremos un futuro desolador.
El mundo de la moda por ello ha comenzado a tomar algunas medidas. Pocas, las mínimas, y diría yo que todavía carentes de popularidad por razones múltiples.
Están las firmas que confeccionan sus productos en base a la sostenibilidad con materiales de procedencia orgánica, reciclables y pensados para tener una larga vida, están las que han decidido introducir líneas de producto en base a tejidos reciclados, están las que recogen textil para darle un nuevo uso, las que gracias a la innovación utilizan como materia prima el PET (de lo que están hechas las botellas de agua), también las que van unidas a proyectos solidarios o el comercio justo… pero a todas ellas les falta el grado de visibilidad que merecen y además que el gran público, sobre todo al que le interesan las tendencias, el diseño y el estilo, dejen de lado esa idea errónea de que todo lo eco está teñido por el gusto perriflautico (que quizá, al inicio, sí era así).
En el editorial de esta semana: Kill the Nature.
La moda más sostenible.
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Fotógrafo freelance especializado en moda y life style con base en Madrid.