16/03/2016
Pisar París y no tener nada que ver, visitar, descubrir, esperar en colas kilométricas, rezar para que queden tickets disponibles, y finalmente dejarse maravillar, es sencillamente impensable. En la capital francesa siempre hay exposiciones con las que deleitarse, con las que luego soñar, sobre las que compartir opiniones alrededor de una mesa, y por qué no, también acabar odiando un poco. Sobre todo, si haces como yo y te compras siempre, a modo ya de tradición impuesta, el catálogo aunque sea (casi) del tamaño de uno de los baúles que pudimos ver en esta retrospectiva de Louis Vuitton bajo el título de VOLEZ VOGUEZ VOYAGEZ.
La expo, ya se ha terminado. Ohhhh… c´est la vie! Pero la vie a veces es buena, así que aquí tenéis un post súper completo de una de las mejores exposiciones que este año se podrán ver en París pese a su corta duración. Y es que el Grand Palais está más solicitado que las tiritas de silicona el día que estrenas zapatos.
Lo sé, quizá dijimos lo mismo sobre la de Jeanne Lanvin (pero es que aquella fue un sueño, con esas prendas tan cerca, sin cristales), la colección del escándalo de YSL (que nos hizo descubrir el Yves Saint Laurent más irreverente) o el armario de una de las parisinas más exquisitas de todas las épocas, Alice Alleaume (con permiso de la querida Condesa Greffulhe de la que pronto os hablaremos), pero de verdad, esta exposición es de otro calibre.
La maison Vuitton se ha lucido y a su emblemático baúl, el big bang de la casa,
le han dedicado una exposición nunca vista.
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Trabajo en moda, hablo sobre moda y vivo la moda.
Ese, sin duda, es el principal motivo por el que creé este blog en el 2008. Una plataforma donde compartir de primera mano mis experiencias como fashion insider la cual me ha acompañado todo este tiempo. ¿Te unes?