
Grand Bal Christian Dior
02/03/2017Con motivo de la semana de la Alta Costura parisina la casa Dior ha ofrecido una de esa fiestas que va a ser difícil de olvidar.
Mira que los que nos convocan, los organizadores de prensa de cada país, son poco dados a desvelar nada. Pero es que en esta ocasión, aunque nos hubiesen contado algo, por poco que fuese, o por mucho que le diesen a la lengua, no creo que ni ellos mismos supiesen que nos íbamos a encontrar con semejante maravilla la cual desde ya, se puede decir que es el referente de los fiestones… hasta nueva entrega.
Así que si queréis dar con las claves que consiguieron dejarnos atónitos, sigue leyendo.
Lo primero, consigue con una localización mítica y al tiempo espectacular. Por ejemplo, el Musée Rodin. Un lugar en el que la casa ha presentado unas cuantas de sus colecciones y de nuevo este pasado mes de enero repetía enclave para la última propuesta en Haute Couture SS17. Pero aún y así, que consiga ser versátil y con un estilo único con lo bueno de ser esos sitios que ya te sabes de memoria cómo llegar hasta allí o donde decirle al señor del Uber que te espere sin entorpecer el limitado paso de coches que se habilita.
Y después de eso, haz que brille una radiante luna llena en París, aunque ese día no hubiese ni se le esperase. Desde luego, esta no iba a ser la única sorpresa de la noche. Esto solo era la antesala de lo que nos esperaba.
Segunda recomendación: Sirve cócteles.
Lo de las copas es como de fiesta de pueblo, aunque a veces esperar a que te toque la ronda de servicio hace que prefieras dedicarte al champagne.
Pero no unos cócteles cualquiera sino algo creado para la ocasión, por favor, con nombres bien exóticos: Lucky charm, Golden Moon (de los que creo recordar haberme bebido una docena) o Midnight magic, y preparados por camareros que parecen sacados de una película clásica con esos peinados y trajes chaquetas.
Tres: Que las esperas supliquemos sean eternas porque aunque haya cola para entrar, se tenga que proceder al protocolo de seguridad o lo que sea, teniendo con qué entretenernos y alimentar el stories de Instagram podemos echar la horas mientras nos dejábamos sorprender por este video maping proyectado en la fachada del museo.
Cuatro: Plantar un árbol. Tamaño por mi y por todos mis amigos de la casa Dior dando así por cumplido uno de los grandes quehaceres de esta vida y que se convierta en el epicentro decorativo de la fiesta aportando un efecto de bosque encantado nunca antes visto.
Cinco: Abajo los photocalls previsibles. Arriba los photocalls novedosos.
Antes de adentrarnos en el laberinto, con el logo sobre el seto y custodiado por candelabros y misteriosos señores.
Seis: Escoge un catering de los que no engorden.
No porque sea bajo en calorías, sino porque sea tan bonito que no te lo quieres comer.
Siete: Llena aquello de seres.
Mágicos y oníricos a través del pasillo de acceso en el que pudimos fotografiarnos incluso con “unicornios”, y sí, los vi y me hice las fotos con ellos antes de probar un único cóctel.
Y por supuesto, de gente guapa. Como el fotógrafo Alvaro Beamud o la modelo Blanca Padilla, que ese mismo día había desfilado para la firma. Vamos que ella ya había deambulado por el mullido tapete de musgo que hacía de suelo.
Ocho: Decora con velas.
¿Porque hay algo más mágico (a parte de los unicornios, el árbol de los deseos, el laberinto repleto de estatuas, el techo de espejos, cruzar una entrada plagada de obras de Rodin…) que deambular entre velas?
Nueve: No olvides crear esos tres puntos donde todo el mundo va a querer hacerse
una foto que subir a Instagram.
Aunque aquí les saliesen no tres, sino tres mil, algo que podéis comprobar a través del hashtag #GrandBalChristianDior
Hasta las paredes del exterior de la fiesta, todas recubiertas de espejos, eran dignas para fotografiarse, aunque ya fuese a la salida y desafiando los ceros grados que nos acompañaban.
Diez: Es mejor que no pongas ningún elemento que posibilite que los invitados se encadenen para reclamar no querer irse… porque es lo que pretendí hacer y casi consigo.

Trabajo en moda, hablo sobre moda y vivo la moda.
Ese, sin duda, es el principal motivo por el que creé este blog en el 2008. Una plataforma donde compartir de primera mano mis experiencias como fashion insider la cual me ha acompañado todo este tiempo. ¿Te unes?
Sin Comentarios