Sport in the City

15/06/2016

By Mayte De La Iglesia

Deporte, deporte, deporte. La palabra clave de la temporada, la que más se repite en nuestra cabeza, la que constantemente nos persigue por Instagram aderezada de hashtags como #nopainnogain #daleduroquesubeelculo #soyterminator o del estilo, en las revistas con sus especiales body acompañado de los de baño para que surta el efecto subliminal de ponernos en acción desde ya, pasando por todo tipo de  conversaciones en las que te cuentan cual es la disciplina extraña (y milagrosa) que están practicando y hasta cuando te vas de compras. Ahí está, el D E P O R T E ensalzado hasta los altares.

Una obsesión saludable que está más que de moda, entre otras cosas por las circunstancias. No lo queramos negar…

…vamos de cabeza y sin frenos al día en que haya que desprenderse de toda prenda protectora de la desnudez más evidente, truco de estilismo o ropa interior remodeladora, para con nuestras carnes (orgullosas carnes) exponernos por litorales o piscinas. Pero también porque el universo del deporte ha conquistado el espíritu del street (guay) wear haciendo que las prendas deportivas hayan dejado de ser solo para esos momentos en los que decidimos sudar la camiseta sino que las zapatillas más molonas del mercado, o simplemente las reediciones de aquellas que fueron un icono para una generación, compiten con los zapatos más top del mercado a la hora de combinarse con vestidos de reputadas firmas, o  cómo mallas, bodies y sudaderas han pasado del cajón de la ropa de deporte a ser el elemento imprescindible para actualizar nuestro armario y estilo.

Por eso, a la concept store Merci, de París, que no se le pasa por alto este tipo de tendencias no ha podido resistirse a dedicar su fantástica tienda al universo del deporte en su sentido más amplio. El paraíso del deportista, y el no tanto, está aquí:

Porque si queremos hacernos con los complementos más pijos para cuando entremos en la sala de musculación solo hay que ponerse a revolver por esta mesa para dar con muñequeras, toallas o shorts que serán el envidia de la más fitness del gimnasio.

Sin dejar de admirar las colecciones de Serendipity Sport, la marca francesa de los hermanos Guillaume y Lucie Leguen, que quieren vestir los más cool de la ciudad por sus diseños rompedores pero sobre todo por la tecnología aplicada a sus prendas.

Siguiendo el recorrido damos con la sección de máquinas, porque como en esta tienda tiene cabida todo tipo de elementos decorativos pues al igual que te puedes llevar a casa una mesa o un sofá, te envían de igual modo y sin ningún problema (aunque vivas en unos de esos edificios parisinos de escaleras enroscadas y sin ascensor) una cinta de correr, una bicicleta estática o una elíptica. Y es que ya que nos hemos decidido en lo del deporte no hay que escatimar entusiasmos aunque sean de este calibre.

Pero también podemos adentrarnos en este furor por el deporte jugando a la comba, el boomerang o las palas con piezas que bien podrían haber salido del cajón de nuestra infancia…

Y sin desentonar lo más mínimo con ese salto al pasado gracias a la sección de piezas vintage que hará las delicias de todos aquellos que buscan aquella chaqueta de Adidas que vistió no sé qué selección en 1982 y que a día de hoy es un imprescindible.

No se les pasa por alta ni tan siquiera aquellos deportes que tímidamente se van abriendo camino mientras ganan adeptos, como es el ballet para adultos. Chicas, nunca es tarde para enfundarnos el tutú y bailar el Lago de los Cisnes, o un derivado al estilo Krissia, palitos de cangrejo. La cuestión es ponerle ganas, esfuerzo, y si no, nos conformaos con unas Converse costumizadas y listo.

Por supuesto no podía faltar el córner de los locos por el running. Libros incluidos con algunos trucos imprescindibles a la hora de lanzarse incluso si se es perezoso por naturaleza.

Y si no, siempre nos quedará la opción para quienes más allá del futbolín o unos posters por casa no tienen mayor intención de adherirse a ninguna disciplina deportiva. No, por el momento.

Merci, gracias París, por ser tan inspirador.

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