Paris Couture
07/07/2017
Una vez más París ha sido centro neurálgico (y también histérico) de la haute couture
para el invierno que viene.
Y aquí te lo contamos.
La divina costura está todavía calentita recién salida del horno. Y nos trae como por arte de magia (y de presupuestos millonarios) la artesanía de la alta moda y todos aquellos delicados oficios como son el de los bordados, plumas, pedrerías, etc… para una clientela internacional más que selecta.
Han sido algo más de 36 firmas presentando colecciones. Y visto que la costura es donde se da rienda suelta a la creativa excentricidad de los diseñadores y firmas, no hay solo una sola tendencia que anunciar.
Por un lado la vuelta a la femineidad extrema sigue en auge pero nunca se fue (Giambattista Valli, Valentino). Mientras que por otro, la sencillez (Schiaparelli) sube puestos en las listas a la altura de la exuberancia y el barroco (Ralph & Russo, Elie Saab). Y se añade ese punto canalla/disco/ochentero (toma ya la mezcla) que proponen Alexander Vauthier y Ronald Van der Kemp. Para todos los gustos.
Aunque todos los colores son válidos, el rosa llegó para quedarse junto al amarillo. Y sobre todo los acabados metalizados en cualquier tono, triunfando entre ellos el color bronce. Brilli-brilli del bueno, que aquí no hay saldos.
Y como accesorio recurrente, las botas altas, muchas veces al estilo cowboy como las de Maison Margiela por Galliano. Sí, has leído bien.
Me quedo con el viaje asiático de Gaultier, el toque gángster de Ulyana Sergeenko, el de estrella del old Hollywood de Guo Pei, el patronaje de Dior y esa alucinación de haber metido la Torre Eiffel en el Grand Palais parisino audacia de, por supuesto, Chanel.
Pero sobretodo, con la belleza de la colección de Lagerfeld para Fendi o las maravillas tecnológicas y poéticas de Iris Van Herpen. Y con ese maravilloso concepto de muñecas de trapo del desfile de Viktor & Rolf.
La alta costura debería hacer soñar siempre, y ellos lo consiguen.
Y porque barrer para casa no es malo, no te pierdas a las tres bellezas españolas que discretamente y con su buen hacer se han ido colocando en prácticamente todos los desfiles: la gaditana Mayka Merino, la valenciana Africa Peñalver y la madrileña exquisita Blanca Padilla, que ya no tengo que presentarte más.
La alta costura ha sido como siempre intensa y efímera, pero eso se puede llamar amor.
Moda en estado puro desde París.
Maite
14/07/2017 at 07:09Dignos de ver de cerca!